
El pulgón es una de las plagas más comunes y destructivas en jardines y huertos, causando estragos en una amplia variedad de plantas. Este pequeño insecto se alimenta de la savia de las plantas, debilitándolas y afectando su crecimiento. Además de comprometer la salud de las plantas, los pulgones pueden transmitir virus y atraer a otras plagas como las hormigas, que buscan la melaza pegajosa que los pulgones excretan. Conocer sus efectos y aprender a controlarlo es clave para mantener nuestras plantas en óptimo estado.
¿Qué es el pulgón?
El pulgón, también conocido como áfido, es un insecto diminuto y blando que se presenta en colores como verde, negro, amarillo o blanco, dependiendo de la especie. Aunque existen cientos de especies de pulgones, todos comparten una capacidad de reproducción acelerada, lo que les permite extenderse rápidamente en una planta o un jardín. Estos insectos atacan tanto plantas ornamentales como cultivos de frutas y vegetales, representando una amenaza tanto en entornos domésticos como en plantaciones comerciales.
El pulgón suele agruparse en el envés de las hojas, brotes y tallos jóvenes, donde perfora la superficie para extraer la savia. Esto interfiere en el crecimiento y en la fotosíntesis de la planta, debilitándola a largo plazo.
¿Qué plantas de jardín y huerto afecta más el pulgón?
El pulgón tiene una preferencia especial por plantas de crecimiento rápido y aquellas que producen brotes jóvenes en abundancia. Las plantas más afectadas en jardines y huertos incluyen:
- Rosas: Sus tiernos brotes y hojas atraen rápidamente a los pulgones.
- Tomates: La planta de tomate es muy susceptible, especialmente en la etapa de floración.
- Pimientos y berenjenas: Estos vegetales suelen ser atacados en los brotes y hojas.
- Frutales: Árboles como el manzano, el melocotonero y el peral sufren infestaciones que afectan la calidad de los frutos.
- Lechugas y espinacas: Estas verduras de hoja verde suelen atraer pulgones que se alojan en las hojas internas.
- Girasoles y caléndulas: Al ser plantas que producen néctar, también pueden atraer a los pulgones.
- Hortalizas de raíz: En menor medida, zanahorias y rábanos pueden sufrir ataques de pulgones en el follaje.
Cómo identificar una infestación de pulgón
Detectar una infestación de pulgón a tiempo es fundamental para frenar su avance. Aquí te indicamos algunos de los signos más comunes de su presencia:
- Hojas enrolladas o amarillentas: Las hojas afectadas suelen presentar deformaciones o decoloraciones amarillas.
- Presencia de melaza: Los pulgones excretan una sustancia pegajosa llamada melaza, que cubre las hojas y tallos. Esta melaza puede atraer hongos como la fumagina, que recubre la planta de una capa oscura.
- Hormigas cerca de las plantas: Las hormigas se sienten atraídas por la melaza y protegen a los pulgones, formando una relación simbiótica.
- Pequeños puntos visibles en el envés de las hojas: Al revisar el envés de las hojas, es posible encontrar los pulgones agrupados en colonias.

Daños que el pulgón causa en las plantas
La presencia de pulgones en las plantas puede llevar a varios problemas que afectan su salud y rendimiento:
- Debilitamiento de la planta: La succión continua de savia agota los nutrientes y debilita a la planta, afectando su crecimiento y desarrollo.
- Propagación de virus: El pulgón es un vector de virus que pueden desencadenar enfermedades en plantas de cultivo y ornamentales.
- Desarrollo de hongos: La melaza favorece la aparición de hongos, como la fumagina, que recubren las hojas y obstaculizan la fotosíntesis.
- Reducción de la producción: En plantas de huerto, una infestación severa puede reducir la cantidad y calidad de frutos o vegetales.
Métodos naturales para controlar el pulgón
Optar por métodos naturales de control ayuda a proteger el entorno y conservar el equilibrio del jardín o huerto. A continuación, se detallan algunas de las soluciones ecológicas más efectivas:
- Agua con jabón: Aplicar una solución de agua con unas gotas de jabón neutro ayuda a eliminar los pulgones al desintegrar su capa protectora. Se debe aplicar en horas de poca luz para evitar daños en las hojas.
- Infusión de ajo y cebolla: Preparar una infusión con ajo y cebolla y rociarla sobre las plantas repele a los pulgones gracias a su olor y propiedades repelentes.
- Aceite de neem: Este aceite natural actúa como un repelente y es eficaz para controlar varios tipos de insectos, incluidos los pulgones. Se diluye en agua y se rocía sobre las plantas.
- Plantas repelentes: Plantar alrededor de las especies susceptibles, plantas como la menta, la lavanda y la caléndula ayuda a ahuyentar a los pulgones.
Control biológico del pulgón
El control biológico es una opción ideal para quienes prefieren soluciones respetuosas con el medio ambiente. En este caso, se recurre a los depredadores naturales del pulgón, los cuales ayudan a mantener a raya su población:
- Mariquitas: Estos insectos pueden llegar a consumir cientos de pulgones durante su ciclo de vida, siendo uno de los depredadores más efectivos.
- Crisopas: Las larvas de crisopa, conocidas también como «leones de pulgones», son depredadores voraces en su etapa larval.
- Avispas parásitas: Algunas especies de avispas depositan sus huevos dentro de los pulgones, los cuales son destruidos al emerger las larvas.
Promover un entorno biodiverso y evitar pesticidas químicos ayuda a atraer y mantener a estos depredadores naturales en el jardín.
Cómo prevenir una infestación de pulgones
La prevención es fundamental para mantener el jardín o huerto libre de pulgones. Estos son algunos métodos recomendados:
- Plantas fuertes y sanas: Las plantas bien nutridas son menos vulnerables a las plagas. Es importante cuidar el riego, evitar el exceso de fertilizantes y prestar atención a la nutrición.
- Podas regulares: Eliminar las partes afectadas reduce la extensión de la infestación y evita que el pulgón se propague a otras plantas.
- Rotación de cultivos: Cambiar la ubicación de las plantas ayuda a reducir la incidencia de plagas y mejora la salud del suelo.
- Uso de mallas protectoras: Proteger las plantas más sensibles con mallas finas puede evitar la entrada de pulgones.
Métodos químicos. Consideraciones y cuándo utilizarlos
En infestaciones severas, puede ser necesario recurrir a métodos químicos. Sin embargo, se debe tener en cuenta que los productos químicos pueden afectar a insectos beneficiosos, por lo que se recomienda su uso controlado:
- Insecticidas selectivos: Usar productos específicos para pulgones y minimizar el impacto en otros insectos.
- Aplicación dirigida: Aplicar el insecticida únicamente en las áreas afectadas y seguir las instrucciones de uso.
- Monitoreo constante: Observar las plantas para evaluar la efectividad del tratamiento y evitar un uso excesivo.
El pulgón es una plaga persistente, pero existen muchas estrategias efectivas para controlarlo y prevenir su regreso. Desde métodos caseros y naturales hasta aliados biológicos y opciones químicas, cada técnica tiene su lugar en el control integrado de plagas. Al combinar estos métodos y mantener las plantas saludables, es posible disfrutar de un jardín o huerto libre de pulgones y otros insectos dañinos. Con un enfoque equilibrado, los jardineros y agricultores pueden mantener el ecosistema en armonía, fomentando la biodiversidad y reduciendo el uso de productos químicos.